martes, 15 de mayo de 2018

EL ENEMIGO INTERIOR. EL PODER TRAS EL TRONO. Sesión 13

La noche iba cayendo poco a poco sobre la ciudad de Middenheim, como cada ultimo día de la semana la mujer se dirigía a su cita en Palacio, esta seria su ultima entrega, mañana ya todo seria historia, el encargo ya estaría realizado y cobrado, y por fin se podría marchar de Middenheim, el Canciller Sparsam era fiel a su cita, como siempre puntual ..., tras haberle entregado el paquete la mujer se encamino a uno de los locales de moda de la ciudad, se merecía una copa, de allí se encamino hacia su guarida, pero algo extraño ocurría, en varios momentos sintió como si alguien la estuviera siguiendo pero por mas que tomo precauciones no vio a nadie, desapareciendo en el interior de una casa en ruinas del barrio de Ostwald...., mientras en una habitación a oscuras alguien agitaba su cabeza intentando recordar como había acabado allí atado de manos y pies y con la boca amordazada, solo recordaba haber salido del Templo cuando dos hombres bien vestidos lo abordaron adulándolo y invitándole a tomar una copa, después solo recordaba empezar a sentirse mareado....había voces al otro lado de la pared, un olor dulzón inundaba el lugar, quizás una fiesta de cumpleaños o algo parecido....



Tras haber comido en el Hostal se dirigieron hacia el estadio Bernabau a presenciar la final de la Copa  Snótbol, y así poder ver a los que allí acudían, era la primera vez que presenciaban un partido de Snótbol, dos equipos de 11 jugadores enfrentados entre si por meter en la portería del contrario un canastillo de mimbre con un snotling dentro, el estadio estaba lleno para presenciar la final, entre la gente importante de la ciudad pudieron ver a Gotthard junto a un grupo al parecer de mercaderes, uno de esos mercaderes presentaba unas quemaduras en el dorso de su mano, a Nikkit esas marcas le resultaron curiosas, eran las mismas que había visto en el sueño que tubo hace dos noches..., mientras en otra parte del estadio pudieron ver a Gideon Schurrer acompañado por el juez supremo Joachim Hóflich, estaban escoltados por una patrulla de la guardia, del juez Joachim les llamo la atención lo nervioso y delgado que estaba, para nada era como les habían dicho, alguien duro y recto, sin apenas escrúpulos y seguro de si mismo, a su lado un sonriente Gideon hablaba con aquellos que estaban cerca de el, en un momento del partido se dirigió hasta donde Nikkit se encontraba, le había reconocido como el paleto de Middenheim y quería conocerlo en persona, tras intercambiar algunas palabras y aconsejarle que disfrutaran del ultimo día de Carnaval sin meterse en problemas se marcho junto al Juez Joachim hacia el Palacio acompañados por los seis guardias, tras seguirlos hasta la salida del estadio y viendo que no podrían abordar a Gideon, Nikkit  Erwin y Ogmund volvieron a dentro del estadio, para cuando volvieron Gotthard y su grupo de amigos también habían abandonado el estadio, en ese momento Nikkit noto que su mano tenia un ligero olor a ajo, era la mano que Gideon le había estrechado hacia unos minutos, en ese momento a Erwin el nombre y  ese peculiar olor le recordó algo que su antiguo compañero Johann ya les había contado, el primo de Johannes Teugen se llamaba Gideon y también le acompañaba ese olor tan peculiar, aquel Gideon era un demonio, había coincidencias entre ellos, seria Gideon Shurrer el Gideon que conoció Johann en Bogenhafen, mientras pensaban en ello el partido llego a su fin, el equipo de los Orientales había ganado el partido y por consiguiente la Copa de este año, una vez acabado el partido y acompañados por Allavendrel fueron a visitar al Canciller Sparsam a Palacio, allí se encontraron con un hombre nervioso, el cual fueron acorralando con amenazas sutiles sobre una mujer rubia de ojos verdes hasta que por fin se derrumbo, admitiendo su vergüenza, estaba enganchado a una droga que esa mujer le traía el ultimo día de cada semana, todo empezó hace unos meses cuando vio a Wasmeier consumiéndola, era un tónico para sentirse mejor en los días de mucha carga de trabajo, el juez le dio un poco por si la quería probar, reacio a este tipo de cosas le costo dar el paso pero una vez vio sus beneficios poco a poco fue a mas, el juez le proporciono el nombre de Frau Kenner por si necesitaba mas, aunque le advirtió que tuviera cuidado con estas cosas, tras contactar con ella y extenderle un salvoconducto para poder entrar al Palacio cada ultimo día de la semana le entregaba la suficiente droga para toda la semana, con ello llegado el momento le chantajeo para apoyar los nuevos impuestos, se sentía desdichado por su fragilidad pero no podía estar sin tomar su dosis, mañana por la noche durante el descanso de la Opera seria cuando la mujer acudiría a traérsela, sin mas que averiguar y con una muestra de la droga que el Canciller consumía abandonaron el Palacio dirigiéndose hacia el Hostal, allí después de hablar con Wanda se dividieron, Wanda acudió a hablar con Janna la ayudante del alto Hechicero, para intentar conseguir alguna ayuda para poder seguir a alguien sin ser vistos, mientras ellos tres fueron a la Opera a esperar que durante el intermedio pudieran hablar con Pavarotti, cuando llegaron junto a el estaba Rallane, la rojez del brazo había empezado a formar el símbolo de Slaanesh y aunque lo llevaba oculto entre la ropa en un momento que quedo al descubierto pudieron percatarse de ello, Rallane les dijo que sospechaba que quizás Ar-Ulric podría haber roto sus votos de castidad con la amante del Graf, con ella había tenido una relación en el pasado y la conocía lo suficiente para ver las miradas que entrecruzaba con Ar-Ulric, tras despedirse de ellos y regresar al interior de la Opera por fin pudieron hablar con Pavarotti a solas, le enseñaron la droga que estaba consumiendo el Canciller, y tras consumirla aseguro que era polvo de la risa de buena calidad, inofensiva, seria fácil prepararle un tónico para que fuera perdiendo su adicción.


De vuelta en el Hostal, Wanda les confirmo que Janna les prepararía tres dosis de un brebaje que haría que durante dos horas la gente no se percatara de ellos, nadie dirigiría la mirada hacia ellos, tras pasar la noche sin que nada ocurriera al día siguiente se prepararon para seguir a Frau Kenner, a las nueve de la noche se bebieron el brebaje de Janna y ataviados con sus armas se escondieron cerca del Palacio, a la hora prevista apareció la mujer, la cual al poco de entrar en Palacio volvió a salir, con cautela y a cierta distancia la empezaron a seguir, la mujer hizo un alto en un local frecuentado por la gente joven de la ciudad, en el se servían cócteles, algo muy raro, mezclaban distintas bebidas poniéndoles nombres muy extraños, cosas de jóvenes sin saber en que gastar el dinero de sus ricos padres, de allí la mujer se dirigió hacia el Oeste de la ciudad, un par de veces se detuvo para girar sobre sus pasos, pero al no ver a nadie siguió su camino haciendo otra parada en otro club, desde el que con una copa en la mano y a través de una ventana observaba con detenimiento la calle, al rato volvió a salir en dirección al barrio de Ostwald donde antes de entrar otra vez volvió a mirar a su espalda por si alguien la seguía, al fin y tras casi dos horas de seguirla llego hasta una casa medio en ruinas, con un ultimo vistazo se introdujo por la puerta principal perdiéndose en la oscuridad de su interior, Erwin, Ogmund y Nikkit avanzaron lo mas deprisa posible hasta llegar a la puerta, esta no tenia cerradura, con lo que con solo empujarla podrían entrar en el interior de la casa...

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