viernes, 6 de abril de 2018

EL ENEMIGO INTERIOR. EL PODER TRAS EL TRONO. Sesión 9

El aire era frío, ya había anochecido y con ello el calor del día había dado paso a una noche refrescante, allí arriba subido el aire era mas fuerte potenciando esa sensación, pero poco a poco eso paso a un segundo plano, desde donde estaba, asomado desde una claraboya podía observar como en el interior del edificio la fiesta iba subiendo poco a poco de intensidad, los allí presentes bailaban extasiados mientras mordían las diferentes frutas que en bandejas pasaban cerca de ellos, segun las engullían parecía que sus movimientos se iban haciendo mas sensuales...sin saber como de repente ya no se encontraba en el techo, ahora sus pies eran engullidos por el humo que cubría el suelo del almacén donde la gente que allí estaba medio desnuda iban rozándose con el segun pasaban bailando a su alrededor, pero su atención no estaba puesta en la gente que a su alrededor bailaba, delante de el, una figura de mujer pintada en un cuadro salia de el poco a poco, con movimientos completamente arrítmicos iba caminando entre los allí presentes, de una belleza sobrecogedora sus ojos fríos como la muerte y con un destello de lujuria lo miraban fijamente, sin apartarle la mirada, detrás de ella cuatro hombres entonaban cánticos y alabanzas en una lengua extraña, uno de ellos tenía quemaduras en  las manos..., tras unos segundos que se le hicieron eternos en los cuales su mente debatía entre el temor y la lujuria por fin consiguió que sus piernas le respondieran, entrechocando con los cuerpos desnudos de la gente que permanecía en la fiesta consiguió llegar a la salida del almacén, un soplo de aire fresco le abofeteo la cara mientras corría por las calles alejándose del lugar, con la mirada de la mujer aún grabada en su memoria....la luz de los primeros rayos de Sol le despertaron, aun empapado de sudor se sentó sobre la cama mientras intentaba descubrir si había sido una pesadilla o había sido real...


La noche día paso a un nuevo día de Carnaval en Middenheim, tras un frugal desayuno Erwin, Wanda, Ogmund y Nikkit se encaminaron hacia el templo de Sigmar para intentar entrevistarse con el Gran Capitular, pero por desgracia fueron informados que este había partido hacia dos días a Altdorf, aun así se entrevistaron con su secretario, al cual le informaron de todo lo acontecido la noche anterior, y de sus sospechas sobre Gotthard, este quedo completamente horrorizado por lo escuchado, ya que el Señor Gotthard era sabido en la ciudad de las donaciones que hacia en el templo de Shallya, pero atendiendo a las razones que le habían dado escribió letra por letra todo lo dicho y junto a uno de sus hermanos mandaría esa misiva a Altdorf para ser entregada al Gran Capitular, con ese tema zanjado se dirigieron al templo de Ulric, pero al igual que la anterior vez Ar-Ulric no se encontraba en el y tampoco se sabia si acudiría, aun así su consejero y secretario Franz Fassbinder les informaría si podía prepararles una audiencia con Ar-Ulric, de ahí partieron hacia el almacén donde la noche anterior se produjo la fiesta de disfraces, en el almacén no había nadie, y aunque había sido limpiado en el suelo se podían apreciar restos oscuros que bien podría ser sangre, y en la pequeña habitación de uno de sus laterales un gran platillo metálico con restos de ceniza, poco mas había allí así que Ogmund manipulando la cerradura la dejo como si nadie la hubiese forzado, una vez fuera de la zona de almacenes se cruzaron con el pilluelo Mhataus, este les estaba buscando, no había averiguado gran cosa sobre Gideon Schurrer, pero la bella Florit conocía a una persona de nombre Joseph que quizás tuviera cierta información, tras acceder a sus honorarios Mathaus marcho en su busca mientras ellos se dirigían hacia el hostal.

Cuando llegaron al hostal las Armas del Templario su dueño Uli, les aviso de que unos matones con pinta de servir a Edan Gouda mas conocido por el ``Padrino´´ habían preguntado si tres personas que coincidían con sus descripciones estaban hospedados en el hostal, por supuesto Uli protegía a sus clientes, y les dijo que allí no estaban y que no le sonaba haberlos visto por la zona, les advirtió que tuvieran cuidado con aquella gente, mientras comían y pensaban que le preguntarían al tal Joseph en el hostal apareció la bella Florit, pero al igual que llego se marcho ya que solo uno de ellos podía ir a la reunión, y creyendo que pudiera ser una trampa decidieron cancelar dicha reunión, en lo que quedaba de tarde estuvieron paseando por la plaza de los Marciales viendo la exhibición de Elefantes pero sin ver en ella a el Campeón del Graf Dieter o a Ar-Ulric, de allí fueron a la Real Escuela de Música para esperar si al acabar entre los asistentes estaban pero tampoco hubo suerte, con la noche sobre Middenheim se marcharon al hostal a descansar y recuperar fuerzas para el día siguiente.


Otro día amanecía sobre Middenheim, el quinto del Carnaval, su propósito, encontrar al Campeón del Graf y ver si Wanda podía detectar si estaba hechizado, cuando iban a salir del hostal el pilluelo Mathaus estaba sentado en la acera de enfrente, al ver a Nikkit se levanto y le comunico lo mal que le había dejado ante la bella Florit por no haber acudido a la reunión, tras hablar durante un rato y tras asegurar Mathaus que no tenia nada que temer de dicha reunión, Nikkit le volvió a pedir que volviera a hablar con ella y concretara otra cita para esa misma tarde, y que intentara averiguar porque unos hombres del ``Padrino´´ les estaban buscando, después se dirigieron hacia la plaza de los Marciales, lo que allí se encontraron fue algo asombroso, la plaza se había llenado de agua y se había congelado hasta formar una gran pista de patinaje sobre hielo, en ella mucha gente de Middenheim disfrutaba del evento, y entre ellos estaba el Campeón del Graf Dieter junto a su prometida Kirsten Jung y su amigo el elfo Rallane Laffarel, tras unas primeras palabras vieron como tanto Dieter como Rallane eran muy extrovertidos, Rallane aun arrastraba la resaca de ayer hasta tal punto de no acordarse de nada de la fiesta de disfraces a la que fue invitado por la noche, mientras con delicadeza fue sacado el tema de los impuestos, como ya habían escuchado Dieter los defendió, pero cuando hablaba de ellos su voz cambiaba de tono, como si dijera algo que tenia aprendido, como si estuviera hipnotizado, quizás estando borracho o con la ayuda de algún físico que dominara esos conocimientos se podría salir de dudas, tras un rato de conversación y con la promesa de beber unas cervezas juntos se despidieron, era hora de volver al hostal a comer y esperar a que la bella Flotit apareciera para acudir a la cita con Joseph.



Como el día anterior a la hora fijada la bella Florit apareció por la puerta del hostal, y acompañada de Nikkit partieron hacia el barrio de Ostwald, según se iban adentrando en el se podía ir viendo la pobreza que allí había, con casas medio en ruinas, sus pasos les llevaron hasta un callejón donde dos hombres de anchos hombros les dejaron pasar, en el callejón en una casa medio en ruinas en la mas absoluta oscuridad salvo por un rayo de luz que iluminaba parte de una mesa una figura envuelta en la oscuridad sentada al otro lado esperaba a que Nikkit tomara asiento, Nikkit le iba preguntado mientras sus bolsa se iba vaciando de monedas, algunas de las preguntas no obtuvieron respuestas pero muchas de ellas si, de Gideon Schurrer había salido la orden de que el paleto de este año fuera Nikkit, con ello se buscaba que cometieran un desliz y así poder tener algún problema con la guardia de la ciudad, también averiguo que uno de sus compañeros, Hans, había sido llevado en contra de su voluntad a una de las tres Compañías de Transportes, en concreto a la de Windhund, pero de eso hacia ya unas tres semanas y desconocía que podía haber sido de el desde entonces, del otro compañero Johann no sabía nada, la idea de los impuestos había salido del juez supremo Joachim Hóflich, los motivos le eran desconocidos, de Gotthard no sabia o no quería saber nada, era mejor no meterse en ciertos asuntos, en cuanto si el físico Luigi Pavarotti era de los mismos gustos hasta lo que el sabia no era así, sobre el comportamiento de Ar-Ulric, hace unos meses se le había visto salir a escondidas de los aposentos donde están los dormitorios de las Damas de la Corte, quizás el voto de celibato no lo estaba cumpliendo a rajatabla, y por ultimo con las ultimas monedas que le quedaban Joseph le contó que el Campeón del Graf Dieter había sido visto en el Barco Teatro junto al Estanque Negro con una mujer pelirroja de ojos verdes, desde entonces su opinión sobre los impuestos había cambiado, y esa misma mujer pero con el pelo rubio era la misma que le suministraba al Canciller Sparsam el Polvo de la Risa, tras un buen rato de conversación y sin ninguna moneda en la bolsa Nikkit salio de la casa medio en ruinas, allí seguía la bella Florit y los dos hombres, con la compañía de la bella Florit abandonaron el lugar hasta que sin ningún percance llegaron hasta el hostal de las Armas del Templario donde se despidieron y donde Nikkit les informo al resto de compañeros de todo lo acontecido en la reunión con Joseph.

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