martes, 27 de marzo de 2018

EL ENEMIGO INTERIOR. EL PODER TRAS EL TRONO. Sesión 7

La lluvia caía sin cesar, una lluvia suave pero constante que poco a poco iba calando, tras varias semanas de camino por fin los dos hombres llegaban a su destino, quien sabe si seria el principio o el final de su camino, Middenheim se alzaba ante ellos, majestuosa, con sus altas murallas grises dándoles la bienvenida, hasta ella les había llevado la búsqueda que tanto esfuerzo les había costado encontrar, pero si sus sospechas se hacían realidad necesitarían de todo su coraje y pericia para salir con buen pie de todo aquello, si sus sospechas eran ciertas, lo que parecía un grupo de nobles adinerados jugando a formar una sociedad secreta podía estar encubriendo algo mucho mas peligroso.

Dos días, dos días moviéndose por la ciudad habían dado para mucho, casi con toda certeza habían dado con el hombre que buscaban, hoy saldrían de dudas,  debían moverse con mucha cautela para no llamar la atención, mientras uno de ellos se encaminaba al barrio de Ostwald, su compañero se dirigía a entrevistarse con una mujer de rubios cabellos y ojos verdes, Charlotte, así se hacia llamar, mientras tomaban una copa contemplaban un lago en el que nada se veía reflejado salvo su interior, fueron hablando cerciorando las sospechas que ya tenían, quizás fuera la bebida o el calor pero poco a poco la vista se le nublaba mientras una dulce voz iba susurrándole cosas al oído, de repente la paz y la oscuridad cayeron sobre el..., un traqueteo de carreta le hizo despertad, desconocía el tiempo que había pasado, la oscuridad aun seguía hay, atado y  encerrado en lo que parecía ser un ataúd o caja...



Tras haber presenciado la Corrida de Minotauros se encaminaron al barrio de Gelmund, tenían un par de horas hasta las siguientes actividades del Carnaval, tras entrar en una posada Nikkit y Erwin entablaron conversación con el posadero consiguiendo averiguar que donde tenían que llevar la caja que Mathias Bluncher les había dado había sido tapiada por haber habido adoradores de los Dioses Ruinosos, tres Cazadores de Brujas habían llegado hacia tres semanas desde Altdorf y habían quemado a todos los habitantes de la casa, tanto a los que vivían en el piso superior como al viejo Scholfin y su familia, que regentaban una tienda de cerrajería en la planta baja, por otro lado Ogmund moviéndose por la posada entre la gente fue oyendo varios rumores, desde que la tensión entre el Gran Duque Gustav von Krieglitz de Talabecland  y el Gran Príncipe von Tasseninck iba en aumento por la acusación de este ultimo de la muerte de su hijo, también que la salud del Emperador empeoraba cada día sin que ni siquiera los Hechiceros o Sacerdotes pudieran hacer algo, también la gente estaba preocupada por los Fuegos Artificiales del Estanque Negro, este año se esperaba que no serian tan impresionantes como otros años, muchos de los Hechiceros que se encargaban de ello habían abandonado la ciudad, también pudieron averiguar que el máximo representante de los comerciantes era un hombre extranjero, seguramente un sureño, que había llegado a la ciudad hacia mas o menos un año, había ascendido con premura hasta alcanzar un gran puesto en la ciudad, aunque tenia fama de estafador, corrían rumores que había estafado al Campeón del Graf Dieter Schimiedhammer en la compra de unos caballos, su nombre era Gotthard Goebbels, de 1,75,  pelo negro con algunas canas y barba recortada.
Sin tiempo que perder Ogmund y Nikkit se dirigieron hacia los Jardines Reales para presenciar una obra de teatro, pero para desgracia de ambos solo la aristocracia o aquellos que disponían de invitación podían entrar, tras sopesar Ogmund seriamente la posibilidad de intentar robar la invitaciones a algún incauto desprevenido que si las tuviera prefirieron no arriesgarse y dar media vuelta para dirigirse hacia la Real Escuela de Música, donde se encontrarían con Erwin y Wanda, en ella pudieron ver al Doktor del Príncipe Stefan, Luigi Pavarotti era uno de los participantes, demostrando tener una voz poderosa al igual que un cuerpo enorme, entre el publico pudieron distinguir a Gotthard Goebbels, con paciencia esperaron hasta que la actuación acabo y poco a poco los asistentes fueron saliendo, observaron que Gotthard no se detuvo con nadie mas de la cuenta y con sigilo Nikkit y Erwin lo siguieron hasta el distrito de Gelmund hasta averiguar donde tenia su mansión, Ogmund los perdió a mitad de camino y junto a Wanda regresaron el Hostal de Las Armas del Templario.
Mientras tanto Nikkit y Erwin regresaban cuando de repente Erwin se dio cuenta como alguien vestido de purpura y con una capucha tapándole la cara se apoderaba de la bolsa del dinero de Nikkit, con un grito de advertencia tanto Erwin como Nikkit salieron en persecución del ladrón, durante la persecución chocaron y esquivaron a distintos transeúntes que había por las calles hasta llegar agotados a la Plaza de  los Marciales, allí cogieron al ladrón o mejor dicho ladrona, la cual al verse capturada soltó rápidamente la bolsa del dinero al suelo, era una muchacha pelirroja a la cual Nikkit sin muchos miramientos la cogió del pelo para por un lado que no escapara y por otro poder ver que en el cuello o hombros no llevara ninguna mano color purpura tatuada, mientras esto ocurría un grupo de guardias llego abriéndose paso entre la gente, la mujer negó que hubiera robado nada y acuso a Nikkit de querer secuestrarla o algo peor, los guardias enseguida dejaron marchar a la mujer y sin sin mas intentaron que Nikkit les acompañara o por las buenas o por las malas, tanto Erwin como  Nikkit estaban tan sorprendidos como enfadados y cuando Nikkit estaba a punto de sacar su daga para abrirse paso entre la gente el guardia empezó a reírse, al igual que el resto de la gente allí congregada, seguido de aplausos y varios vítores, el guardia les contó que Nikkit había sido el Paleto del Carnaval, que era una tradición el elegir a un visitante de la ciudad para durante el primer día de Carnaval hacerle una pequeña broma, así con cara de pocos amigos Nikkit y Erwin pudieron volver tranquilamente hacia el hostal donde se pudieron reunir con sus compañeros que allí les esperaban.





A la mañana siguiente se dirigieron al Templo de Ulric, su intención era entrevistarse con Ar-Ulric, pero allí no estaba y no se sabia si hoy iría por allí, durante esta semana era impredecible saber donde podría encontrarse, abandonando el Templo decidieron ir a visitar el Gremio de Ingenieros Enanos, allí pudieron observar que había bastante movimiento, preparándose para abandonar la ciudad en breve, pudieron entrevistarse con el encargado de la Comisión de intereses Enanos en la ciudad, el enano Thognar, este les mostró el enfado y malestar general hacia el el juglar de la corte, el elfo Rallane, estaban seguros que el había sido el detonante de que se les impusiera el impuesto a los de su raza, tenían intencion de presentar una queja formal al Graf Boris y de tener unas palabras en privado con el elfo si caía en sus manos, también les corroboro la mala fama del representante de los Comerciantes y de que el rumor de que había engañado al Campeón del Graf era cierto, aunque este ultimo en su día había defendido a los enanos y por eso lo consideraban un amigo, en las ultimas semanas le habían oído hablar en favor del impuesto sobre ellos, era amigo de los dos elfos de la corte, seguramente sus lenguas viperinas le habían ido convenciendo de dar la espalda a sus amigos, sin mucho mas que hacer allí y tras haber tomado varias jarras de cerveza con el enano abandonaron las estancias del gremio para salir a las calles de Middenheim, la mañana ya se había ido y mientras se encaminaban a comer fueron encontrados por el pilluelo Mathaus, traía noticias de los hombres que tenia que buscar, efectivamente habían entrado en la ciudad hacia un mas o menos un mes, habían estado alojados en un hostal durante dos días, después no volvieron a aparecer por allí, ni siquiera para recoger sus pertenencias, las cuales a la semana de déjalas abandonadas se deshicieron de ellas, tras darle los peniques de plata acordados Nikkit le entrego unos pocos mas para que averiguara quien organizaba la broma del paleto

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