lunes, 20 de marzo de 2017

EL ENEMIGO INTERIOR. SOMBRAS SOBRE BÖGENHAFEN. Sesión 3

Poco a poco las primeras luces del alba se iban abriendo camino por las calles de Altdorf,  se empezaban a oír las pisadas de sus ciudadanos camino de sus quehaceres, entre ellos se encontraba nuestro grupo de cuatro aventureros, camino del puerto, dispuestos a salir cuanto antes hacia Bögenhafen para convertirse en unos hombres ricos, según se van acercando a su barco van observando como el capitán esta enfurecido con uno de los marineros, era el encargado de vigilar el barco por la noche, pero el sueño o el vino pudo con su resistencia y al amanecer cuando despertó descubrió que alguien durante la noche había rajado el velamen, eso retrasaría un día el viaje, mientras el capitán les trasmitía las nuevas, Erwin pudo fijarse en el velamen rajado y sacar la conclusión que quien lo había rajado lo había realizado a conciencia y que no había sido algo fortuito.

Despidiéndose de Magnus hasta el día siguiente pero con la idea de no volver anduvieron por el puerto en busca de algún otro barco que zarpara hacía Bögenhafen, encontraron uno que partiría al día siguiente, tras llegar a un acuerdo con su capitán decidieron alojarse en el barco y permanecer en el para pasar desapercibidos, si alguien los buscaba los buscaría en el barco del día anterior, tras pasar una noche tranquila con las primeras horas del día por fin zarparon de Altdorf, poco a poco el barco fue maniobrando hasta enfilar el canal de Weissbruck, tras pagar el peaje navegaron sin ningún percance por el, la travesía duro tres días hasta llegar al pueblo de Weissbruck donde el canal acababa y desde donde navegarían por el río Bögen.

En el puerto de Weissbruck se podía apreciar bastante trafico de barcos, no en vano en tres días en Bögenhafen se produciría la Schaffenfest, la feria ambulante más grande del Reikland, la cual reuniría una gran cantidad de gente, segun se va amarrando el barco a puerto, con las ultimas luces del día mientras Erwin mira desde la cubierta las casas que tiene delante hay algo que por unos segundos le deja paralizado, en  el marco de la posada que da al puerto puede ver al hombre corpulento que vieron en la Königsplatz al llegar a Altdorf, con una ballesta colgada a su espalda y mirando fijamente hacía ellos, tras ver que también ellos lo han visto da media vuelta y se introduce en la posada, tras hablarlo, Erwin, Ogmund y Nikkit deciden ir a la posada Del Oro Negro para intentar hablar con el hombre que al parecer les sigue, el ambiente dentro de la posada es acogedor, la cerveza y el vino corren a raudales,  intentan pasar desapercibidos y durante un par de horas permanecen en la barra bebiendo y vigilando pero el hombre que habían visto antes no aparece por el lugar, hartos de esperar y con alguna muestra de cansancio deciden poner rumbo hacia el barco, por el camino que lleva desde la posada al barco son interceptados por dos hombres que espada en mano y tapando sus caras con un pañuelo les dan el alto, apenas nuestros aventureros se han recuperado del sobresalto cuando lo primero que oyen es el silbar de un virote de ballesta, lo siguiente es el grito de Nikkit al notar como se introduce profundamente en uno de sus muslos, al girarse ve como otro hombre con espada en mano y el hombre corpulento de la ballesta avanzan por detrás, con una voz profunda y decidida Adolphus da la orden de no dejar a nadie con vida.

Tanto Erwin y Ogmund en un acto de valentía se lanzan al combate contra los dos hombres que tienen delante, ambos aprovechando el ímpetu de la carga consiguen herir a sus oponentes, se ensalzan en un duro combate en el que también son heridos, pero por suerte Ogmund consigue acabar con su contrincante dejándolo tirado en el suelo mientras se desangra con la pierna abierta en canal, mientras Nikkit sale corriendo en dirección al barco en busca de ayuda oyendo en su huida los pasos del otro hombre que le persigue intentando darle alcance.

Adolphus intenta alcanzar a Nikkit con su ballesta mientras este intenta huir, pero esta segunda vez erra el tiro, deja su ballesta y corre hacia el combate, con un fuerte golpe de espada Adolphus hiere a Ogmund en el brazo derecho haciendo que el dolor le atenace el brazo durante unos segundos, los suficientes para girarse hacia su presa, Erwin o para el seria mejor decir Kastor, por suerte Erwin consigue impactar con su espada en la cara de su enemigo produciendole un profundo corte y haciendo que empiece a manar mucha sangre, este suelta su espada y tapándose la cara con ambas manos se va retirando del combate para mas tarde huir, mientras Adolphus ya enfrentado con Erwin repite la misma maniobra con la espada que antes hiciera con Ogmund y también consigue herirle en el brazo derecho con los mismos resultados, una mueca de placer se dibuja en su rostro presintiendo la derrota de su presa y como un presagio en su siguiente ataque su espada atraviesa el abdomen de Erwin en lo que podría haber sido su muerte, pero Sigmar aun no había decidido que fuera ese el día de su muerte y cae inconsciente al suelo en un charco de sangre pero aun con algo de vida, sin tiempo para lamentarse y ya recuperado del brazo Ogmund se enfrenta a Adolphus con la certeza que su muerte esta cerca, aunque una pequeña luz de esperanza queda en su interior al oír como Johann junto a Nikkit acuden en su ayuda.

Habíamos dejado a Nikkit corriendo hacia el barco perseguido por uno de los asaltantes, por suerte para el Johann estaba esperando la llegada de sus compañeros, intranquilo de que algo les pudiera pasar y en cuanto escucha los gritos de Nikkit con la ballesta apunta a su perseguidor acertandole en un brazo y haciendo que este huya entre las casas del pueblo, acto seguido corren hacia el lugar donde quedaron luchando sus dos compañeros, cuando llegan al lugar la escena es dantesca, Erwin y otro humano en el suelo en ambos charcos de sangre, mientras Ogmund a duras penas aguanta las embestidas de Adolphus, sin pensarlo se lanza a la carga en ayuda de su compañero, Adolphus viendo su llegada intenta acabar con Ogmund de un espadazo directo al corazón, la espada vuela veloz en busca de su objetivo, penetra la carne de Ogmund con facilidad pero por suerte para el erra por milímetros dejándolo malherido pero vivo, por suerte Johann llega hasta el combate y consigue impactarle en la cabeza con su espada dejándolo aturdido durante unos segundos, los suficientes para que Ogmund reuniendo sus ultimas fuerzas realiza un ataque preciso y con su espada le atraviese el corazón.

Mientras de fondo se oye a la guardia como se aproxima, entre Johann y Ogmund consiguen reanimar a Erwin, a la vez Nikkit rebusca entre las ropas de Adolphus encontrando una carta que mas tarde en la tranquilidad del barco leerán, en la que deja bien claro que Adolphus iba en busca de Kastor, la carta adjunta un retrato de Kastor, también entre la gente que se reúne alrededor se pueden escuchar que Adolphus era un cazarrecompensas que llego ayer al anochecer al pueblo, gracias a los testigos de la posada la guardia les deja en paz y con la ayuda de un medico consiguen que les curen y cosan sus heridas.

Al día siguiente siguen camino por el río Bögen en dirección a Bögenhafen, durante cuatro días navegan sin tener ningún otro percance hasta que al atardecer del cuarto día en el horizonte contemplan la ciudad en la que sus vidas cambiaran...

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